La quema de los haros i los brandons

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La quema de los haros i los brandons

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En los pueblos de la sección norte, en Occitania, la fiesta gira en torno a la quema de un gran tronco en el medio de la plaza del pueblo o en un descampado.

Las denominaciones de este gran tronco difieren según las lenguas y dialectos presentes en el territorio:

eth har, eth halhar, eth haro, eth taro, o el brandon. En algunos pueblos catalanes o aragoneses también se planta un tronco en el pueblo para ser quemado cuando arriban las fallas, al cual se le denomina falla mayor o, también, faro. En algunas localidades aragonesas preparan dos faros, uno en la plaza del pueblo donde llegarán y otro en el punto de inicio del descenso de las fallas.

El brandon es la gran fiesta comunitaria de todas las poblaciones que lo celebran. A diferencia de las fallas individuales, aquí toda la fiesta es colectiva y, en torno a su quema, los y las habitantes de cada pueblo renuevan sus lazos comunitarios y sociales, reforzando su identidad.

En Occitania esta fiesta se celebra en más de 90 pueblos, de los cuales sólo un tercio están inscritos en el registro de la UNESCO.

El brandon en Commenges y Barousse

Los brandons que se hacen en el Commenges y en Barousse (Occitania) se basan en unas técnicas tradicionales vinculadas a su confección: el brandon se hace de un árbol tallado y luego dividido en su longitud antes de que se inserten unas esquinas de madera y que luego es dejado para secarlo durante varios meses antes de ser encendido durante la fiesta de San Juan, en junio. Algunos se trabajan mucho, como el de Régades (con 800 esquinas), mientras que otros son más simples, con unas ranuras que se hacen en el bosque. El brandon es quemado por una personalidad reconocida: se trata principalmente de autoridades locales o religiosas, un líder asociativo o uno llamado “Jean” (como Bertren o Bezins Garraux).

En la organización del evento participan diferentes personas y colectivos: los servicios técnicos, el Ayuntamiento, las comisiones de fiestas, algunas casas específicas, las asociaciones locales o las personas voluntarias pueden encargarse del trabajo del árbol y de la animación de la fiesta. La transmisión de la forma de su celebración se ha hecho a través de las generaciones dentro de las familias, aunque las diferentes asociaciones que organizan esta fiesta también tienen mucho que ver.

La fiesta de Bagnères-de-Luchon es una de las más conocidas. Desde que hay registros históricos, sólo en 2013, por unas inundaciones, y en 2020 y 2021, por la COVID-19, no se ha encendido el brandon. Además, el Ayuntamiento, a través de sus Servicios Técnicos y de Animación, juega un papel muy importante en el apoyo de las costumbres y en la difusión y convocatoria anual de la fiesta.  La quema se hace, año tras año, ante los Baños Termales en Luchon, y también se celebra en todos los pueblos del cantón. Llegados al parque termal, el alcalde y el párroco, que se han sumado al desfile, encienden juntos el brandon, que quema muy bien durante una hora, hasta que se colapsa y se acaba rompiendo. En este momento, los jóvenes corren hacia el todavía incandescente fuego con el fin de coger un pequeño trapo y hacerlo girar en la oscuridad de la noche y perseguir a las chicas jóvenes para intentar mancharlas con sudor. Mucha gente se lleva un pequeño trozo de madera carbonizada a casa porque creen que trae buena suerte a todo el hogar para el año que viene…

Las fiestas del haro y el taro en Val d’Aran

En Les, eth haro se planta para la fiesta de San Pedro y queda plantado hasta fines de la fiesta de San Juan siguiente. Una semana antes, para San Juan, el 23 de junio, se quema el haro en la plaza del pueblo. Una vez hecha la bendición, se le prende fuego y, mientras las llamas continúan, un grupo de jóvenes hace rodar es halhes. Los más jóvenes las hacen girar por encima de sus cabezas como proyectiles de fuego simbolizando el reparto del elemento purificador por todos los rincones del pueblo.

Cuando es halhes se han quemado, se inician las danzas, con el grupo local vestido con trajes tradicionales de vistosos colores, y con danzas características y alegres como es Aubades, eth Tricotèr, eth Cadrilh y el Balh Plan. La noche está llena de numerosos elementos simbólicos y de creencias: es también la noche del amor, donde antes muchas parejas se prometían. La fiesta, por otra parte, es muy característica de la identidad aranesa, con sus músicas y danzas e instrumentos tradicionales gascones que se han recuperado gracias al trabajo del grupo Es Corbilhuèrs.

En Arties, la quema sigue la modalidad más frecuente en Occitania de encendido de un taro, pero con la particularidad de que, una vez se le prende el fuego, se le arrastra por las calles y plazas de Arties. Este momento es acompañado de música, el grito emocionado de los y las asistentes, y de gente que salta por encima de las llamas. El recorrido se alarga hasta altas horas de la madrugada y acaba frente a la casa del alcalde, donde se deja el taro totalmente carbonizado. También se realiza un taro infantil.

Según la tradición, las cenizas del taro protegen, purifican y fertilizan, por lo que al esparcirlas por todo el pueblo aleja los malos espíritus. La fiesta se acompaña de conciertos de música y danzas aranesas, y un gran baile popular.

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